He dejado mis recuerdos a la orilla de mi ventana para ponerle a cada estrella tu mirada. Mientras la nostalgia se mece sobre mi cama, la Luna te cuida y el Sol me acompaña. Convirtiendo cada ilusión en una gota de vida para revivirte cada día.
Debajo de mi almohada he guardado tus ojos para recordarlos a cada instante y jamás olvidarte. Reviviendo nuevamente un sólo instante que basto para, tal vez, enamorarme.
Envidio al viento y al cielo, a uno por poder tocarte y al otro por verte al despertar cada mañana. La niebla se ha robado lentamente el sonido de tu voz pero logro rescatarla tal cual una flor sobreviviendo al invierno y al calor.
Los árboles te cuidan, pero no como mis brazos lo harían. En mi mente pinto un paisaje contigo a mi lado, imaginando nuevos instantes donde cada color se convierte en inspiración. Dejame acompañarte, vamos a caminar en tus sueños y a crear nuevos momentos para poder conservarte, aún, en mis recuerdos.