sábado, 27 de diciembre de 2008
jueves, 18 de diciembre de 2008
sábado, 13 de diciembre de 2008
I LoVE KanT
jueves, 4 de diciembre de 2008
inSomnIo
Hay instantes donde te conviertes en inspiración. Pide un deseo, prometo no concederlo pero te ayudaré a transformarlo en realidad. Vive una utopía a mi lado y estrena tus alas nuevas. Te veré sentada, tomaré tu mano y desataré tus sueños mientras te abrazo. No cierres los ojos, si no sueñas conmigo desapareceré. Sueña y llévame en tu bolsillo, guárdame y úsame de bufanda. Iré en tu cuello, cubriéndote del viento y besando tu oído. Conviérteme en un pastel de chocolate y colócame una cereza en el cabello, puedes probarme. Te escucho, tal vez la locura me ha llevado a pensar en ti como un ropero. Me verás sin ropa, te veré por atrás, te tomaré una foto y me regañarás. Después me gritarás y me besarás. Por la mañana me darás de tomar un té, despertaré en tu cama con residuos de tabaco y ropa interior.
Saldré de tu casa sin que me vea tu mamá, la distraerás mientras bajo las escaleras y olvido tu cuerpo en la regadera del cuarto de arriba. Una vez más te quedas con un orgasmo en la mano y un beso en el hombro derecho. Tocaré la calle y recordaré el busto de algún héroe parecido al tuyo. Te escribiré una poesía llena de nada pero con la verdad, la verdad sexual de tu sabor y el mío en medio de la meditación de llegar a un nirvana terrenal. Me mientes diciendo: no quiero volverte a ver.
Pasó un día, luego dos, lleva un mes y el reloj sigue parado, misma hora y no mismo lugar. Enciendo el radio y escucho las noticias, escucho tu muerte, cambio de estación y anuncian tu resurrección. La radio de mi corazón deforma la información. Me siento en el viaducto para escuchar un saxofón sonar, cierro los ojos y me siento caer, en los coches, en el sonido, en la ruptura de la dulzura de la melodía de tu voz.
No hay más… no hay nada. Veo el mundo y estoy yo, el autismo me ha llevado a conocer el núcleo de un planeta no contemplado en el sistema solar. Quiero cocinar, tengo hambre y te hablo para preguntar una receta de cocina impresionista. Tú me dices: pon un poco de Monet, agrégale una noche estrellada y córtate una oreja para que sepa mejor. Yo lo pienso y decidió cocinar un platillo surrealista donde la diferencia entre un loco y mi platillo, es que mi platillo no esta loco, esta en ebullición.
Abro la puerta y me descubro en mi casa, todo el tiempo estuve dormida. Estas a mi lado, el desierto ha dejado de ser desierto para ser más desierto. Te toco, me tocas y nos volvemos invisibles. Mientras perdemos la ropa, ganamos color. Soy a veces verde y tú te vuelves de rojo.
Y nos sorprendió, llego el dinosaurio y nos comió.