Y ahí estábamos, dos cuerpos inmobiles.
Mis ojos se limitaban a mirar el cielo, encontrando en él defectos y virtudes,
no queria mirarte, no quería tocarte, no queria olvidar que solo eramos dos cuerpos.
Un mismo espacio exactamente diseñado para estar dos, tu y yo en un espacio llamado cama,
la sensacion al principio me robaba el sueño, despues fui olvidando y cai en los brazos de un duende, olvide y dormi.
Tan pequeño, tan rectangular, tan amarillo. Tu y yo, ahi estabamos sólo durmiendo y tu a mi lado. Ayer: yo abajo tu arriba, Hoy: tú a mi lado.
Y así pasaron cinco horas o más, de las 5 de la mañana a las 11, eramos sólo dos cuerpos.
La inmovilidad, la falta de deseo, la ausencia de amor y el recuerdo. Entendi que podia dormir, sólo dormir con alguien a mi lado, sin tocar, sin desear, sólo dormir.
Y dormi, sólo dormi.
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