Soñar siempre me ha ayudado a caminar sobre las ruinas de la verdad pero ¿será suficiente?. No quiero despertar pero las mentiras se han convertido en aire permitiéndome respirar. Veo tus ojos y no te creo, veo aquellos y es lo mismo. Miro los míos y ya no me veo. ¿huyo? una metamorfosis me sumerge en la confusión y me descubro en el limite de un mundo y el tuyo.
Llegas de sabores, te vas de intensiones, regresas y me besas. Me detengo, pienso, razono y me equivoco. Siento, me alejo y llego al cielo. El cielo me regresa envuelta en nada, el suelo me recoge y me da el pésame. Me vuelvo a levantar, desconecto el corazón y vuelvo a comenzar.
Avanza, regresa, regresa y se va. Nada cambia mientras sigas imitando mi personalidad. Vive, no me utilices y déjame vivir también. Sonrió y me gusta, lloro y no lo noto. El sueño se ha convertido en mi estado constante para evitar enfrentar los sentimientos y la mediocridad. Hoy la vida no es nada, mi vida es parte de nada. Me desintegro, me convierto en niebla.... voy desapareciendo.
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