viernes, 15 de mayo de 2009

Sorbos de tiempo..

Los sorbos de café, ¿ haz medido tu vida, tu tiempo en sorbos de café?.  A tu lado pocos, pero tu poema del té me fascino.  Cambié por ti, de repente me encontraba con una taza de té a mi lado. Té de manzana canela, té verde, té de manzanilla, té de todos sabores, ahí estaban y siguen en  mi alacena.  Los veo y te veo a ti, te siento guardada en ese rincón de la casa, cuándo tomo uno y lo inserto en el agua hirviendo, vienes tú y me cantas al oído, vienes tú y te enojas, vienes tú y me ves con ojos delicados lanzando un -te quiero- al aire.

Nada, no ha pasado nada. Sigo detrás de la lluvia, frente a las flores y sobre tu recuerdo. A mi lado te siento. Las manos, mis manos  y las tuyas. Un elemento crucial, las palabras se piensan en la mente y salen por ellas. Ellas son las autoras de un desliz emocional.  Las envidio, ellas te tocaron no yo, ellas te tenían, yo no.  

Tomando café, tres sorbos y  diez palabras derramadas.  Te siento en el primer contacto con mi boca.  Un proceso extraño, un antojo peculiar. Las palabras llevaron a mi mente a desear. Preparé té, un pan con dulce y un recuerdo para añorar.  El sabor, quisiera que ese fuera el tuyo.  Te  evoco, te obligo a venir.

La taza se vacía, es tiempo de retirar la bolsa de té. La esencia se ha gastado, el sabor se ha evaporado. La manzana y la canela se fusionaron en instantes por ti, ahora desaparecen. Te haz terminado, es tiempo de dejar la taza de lado. Pondré a hervir agua y dejaré esperar, algún día te tomaré de nuevo, tomaré sólo tu recuerdo. 

sábado, 9 de mayo de 2009

El agua caía, cómo tú me decías, ahora ya no para sentir tus manos sino para olvidarlas. Dejo que el agua recorra mi territorio y con ella se lleve los recuerdos. El calor te evaporará y te irás de mi habitación con el viento. Ya no te deseo, quisiera no desearte. Te veo y lanzas palabras directo a lágrimas, no olvidas pero lastimas. Hablas con la verdad de tu experiencia pero olvidas la objetividad de la humanidad. No hables de maldad, habla de falta de voluntad.  Tu mirada me atrapa y me deja ver en ella  el rencor desprendido de un dolor confundido. Mi verdad en cambio no te deja  nada, ya no tengo las palabras y mucho menos la fuerza para intentar convencerte cientos de veces más. Me he agotado de contarte la historia, de dejarte mi mirada, de dejarte un beso con sabor a " siénteme, sólo soy tuya". 

Me he descifrado, he encontrado los puntos débiles de mi humanidad. No pude decir no, no pude dejar de tener la seguridad para dejarte ir. Me detesto en ocasiones por no salvarte, te detesto en ocasiones por no salvarme.  

Deja a la duda entrar en tu vida, odia la verdad y conquista el amor. He cantado a tu lado, te he  escuchado en mi oído nuevamente. Siento tus manos en mi bolsillo y tu retrato se queda a diario en mi lienzo blanco de techo. ¿cómo olvidarte si eres ya un lunar en mi piel?.....

Mi fuerza suele ser una ilusión y mi franqueza es el espejo dónde ya no quieres verte. Si confiarás... si tu inseguridad desapareciera. Si entendieras la naturaleza de los actos humanos, comprenderías el miedo a volar sin alas. 

La voz no se escucho, el sonido tapo la boca y nunca llego a ti mi necesidad gritando: " atrapa mi locura y educa mi corazón"....ya no vendrás.

Serás mi hoja de papel, te escribiré un te quiero y te enviaré lejos, huye de mi, también ya estoy cansada de partir.