miércoles, 20 de febrero de 2008

eclipse de luna...

He dejado mis recuerdos a la orilla de mi ventana para ponerle a cada estrella tu mirada. Mientras la nostalgia se mece sobre mi cama, la Luna te cuida y el Sol me acompaña. Convirtiendo cada ilusión en una gota de vida para revivirte cada día.
Debajo de mi almohada he guardado tus ojos para recordarlos a cada instante y jamás olvidarte. Reviviendo nuevamente un sólo instante que basto para, tal vez, enamorarme.
Envidio al viento y al cielo, a uno por poder tocarte y al otro por verte al despertar cada mañana. La niebla se ha robado lentamente el sonido de tu voz pero logro rescatarla tal cual una flor sobreviviendo al invierno y al calor.
Los árboles te cuidan, pero no como mis brazos lo harían. En mi mente pinto un paisaje contigo a mi lado, imaginando nuevos instantes donde cada color se convierte en inspiración. Dejame acompañarte, vamos a caminar en tus sueños y a crear nuevos momentos para poder conservarte, aún, en mis recuerdos.

domingo, 3 de febrero de 2008

iN(-)comPlet-

Las frases se disuelven en mi boca tal cual una oblea insipida,
no puedo decirte lo que pienso, aunque lo deseo
el tiempo se esfuma pero intento deterlo amenazandolo con matarlo,
es absurdo, todo es absurdo. Tù te vas, yo me quedo.

El reloj se rie burlonamente aumentando el volumen de su "tic-tac",
intento olvidarlo y enfocarme en tus pasos uno tras otro,
no oi-o, no siento, cierro los ojos y me pierdo,
solo faltan unos minutos, nuestros ultimos minutos.

Me (-)e convertido en moleculas, me (-)e desinte-rado,
simplemente (_)e desaparecido, te (-)as ido de mi lado,
es absurdo, todo es absurdo. Simplemente.. (-)e dejado de existir...

Ninakupenda...

Ninakupenda kipePeo....

Me encontré una pequeña mariposa, pintando las flores de colores pastel. Lentamente vio mi mano... iluminada por un pequeño y singular arcoiris. Se detuvo y miro con sus pequeños y lindos ojos los míos. Yo no dije nada, deje que el arcoiris hablará por mi. La invite a volar por la selva, nos cobijamos en el calor de la vida. Las palabras comenzarón a fluir como el río Nilo a través del Sahara. Me detenia y comenzabas, te detenías y comenzaba. No encontrabamos el final de la historia que comenzaba escribirse. Intuitivamente seguiamos un camino muerto de tierra roja, de tierra fertil. Un oasis se asomaba y nos invita a sumergirnos en la confusión para saciar nuestra sed de realidad. El desierto se aproximaba, nos deteniamos dudando si debiamos cruzar el Sahel. El paisaje era hermoso, no había más. Sólo aire cálido, tu y yo, además de la inmensidad de un mundo virgen. Brazaville nos esperaba, te esperaba. Debía cumplir tu sueño, tenía la necesidad de verte sonreir y de iluminar tu mirada como aquella primera vez que te ví. Nos detuvimos, era tiempo de descanzar ante la bella Luna congoleña. Una taza de café etiope nos invitaba al amor de una manera paralela al universo mexicano. Las estrellas nos vigilaban, ojos se asomaban intentando decifrar nuestro comportamiento (-)umano. Nuestra piel comenzaba a impre-narse del color de la selva. Nos encontrabamos en la re-ion Bantu, donde era valido decirte ninakupenda kipepeo. La re-ion nos entendia, entendian lo que sucedia: tu y yo. Ninakupenda kipepeo, solo asi....solo tu y yo en mi sueño africano.