miércoles, 29 de octubre de 2008

alguien: ¿Quieres que me quede ?.....   ella: movió su cabeza, dijo si.

alguien: Vamos, sígueme...           llegamos.... y me subí a tu sueño rojo. 

........................................¿Soñamos?.................................................

....tus manos eran aves, se posaban lentamente sobre las mías. Tu beso me sorprendió pero me cautivo, lentamente la marea nos absorbió y eramos mar en un desierto. Me perdí, tal vez tú también, cuando despertamos nos habíamos alejado de la orilla, comenzamos a flotar en una nueva coincidencia.
....dejabas de ser arena para convertirte en el viento que levanta, despierta y desvanece mi sueño. Te sentí, me tocaste y comenzamos a volar. Las alas se las arrebatamos a la libertad, conjugamos un verbo donde los labios eran el instrumento de la causa y consecuencia de evadir los limites de volar en un cielo nuevo.
.........la lluvia se detuvo, nos había empapado de enajenación, tus labios no eran labios, eran un suave paisaje inevitable de admirar, eran un dulce verso leído una y otra vez, no se que eras, no se como te convertiste pero te transformaste, me transformaste.



Una vez cuando ella era amarilla y yo era violeta.

miércoles, 1 de octubre de 2008


Un día se desprendió de  mis sueños. Bajo, tocaste mi  puerta  y te encontré.  Hace tiempo sabía de tu existencia, sabía que un día visitarías mi  cabeza. Y hoy llegaste. Si me hubieras avisado te hubiera preparado una cena o mejor, te hubiera llevado a un lugar  dónde la Luna sería  la mesa y las estrellas los invitados. Quiero llevarte a mi lugar, en mi mundo quiero compartir contigo.

He abierto la puerta, puedes pasar cuando lo desees. No tengo miedo de ti. Quiero más de ti. Me detengo y te observo desde arriba. Ahí estas, buscando mi mirada o sólo robar un instante de vida a mi lado. 

Intento descifrar tu mirada. La voy conociendo, esos ojos negros, cafés, no importa el color pero lo oscuro se evapora con la luz de tu interior . Veo tus pasos, te veo caminar y no sucede nada.

Escondo mis secretos. Mis palabras van deteniendo los sentimientos van controlando las ideas. Lo que escuchas es un proceso, después de haber filtrado lo elemental, permanece lo necesario. Lo que debes escuchar.

Voy a tu lado, voy a tras, voy en tu voz  y no te das cuenta.  Me detengo, te vas y volteas lentamente avisándome mi ausencia. Te veo ahí, te vuelvo a ver donde te quiero ver.  El silencio llega y  nos encierra en un nuevo mundo donde los demás no existen, donde nada existe y nosotros somos la nada.

Un día, y así era yo. Los rizos llamaban más la atención de lo acostumbrado. Ella los tocaba a diario y me sonreía. En un idioma distinto me cuestionaba sobre su naturalidad. Yo sólo sonreía. Esa sonrisa era más libre, yo era más libre. Ahí, en ese lugar nadie me conocía y por algunos años no sabrían de mi. No me ocultaba, lanzaba miradas, lanzaba sentimientos e invadía ese mundo sin importar la realidad. 

Mi físico rompía los esquemas de normalidad. No podía encontrar a alguien parecido a mi. Mi cabello se convertía en lo más característico  de mi persona. Mi sonrisa era mi arma para romper cualquier barrera. Me observaban, me sonreían y al siguiente instante me invitaban a tomar ideas, incrustar palabras y amenizar su vida.

No me sentía invadida, era yo quien irrumpía en ese contexto social. Era, no se que era pero era algo que no soy aquí. Desde mi nombre comenzaban las preguntas, con mi nacionalidad se desprendían historias y con mis palabras se abrían oídos atentos a escuchar lo que el ser extraño profesaba en tierra ajena. 

Y así la historia se fue construyendo hasta llegar a ese Markplatz, ese lugar fue determinante. Mi libertad dejaba las utopías para gritarme: aquí estoy , víveme. Y así fue, así fue esa historia cuando fui libre....