Tus palabras han sido sólo palabras. Las he leído y las he guardado en un sobre azul, para enviarlas al país del olvido. No me detuve a analizar tus intensiones, sólo comprendí tu inmadurez. Las palabras son sólo palabras, se evaporan y se van. Cada palabra sigue un camino a través del sonido hasta tu oído y tal vez ahí rompe una ola y crea un sentimiento. Los sentimientos que provocan permancen, pero sin intensión alguna. Mis palabras se escaparon y viajaron, tal vez te dejaron un sentimiento, pero sin intesión alguna. Las palabras son mentira y son verdad, son como la víbora engañando a Eva en el Eden. Las palabras matizan, endulzan y hieren. Las palabras pueden ser dulces de miel o intensas gotas de limón sobre un herido corazón. Tal vez tu corazón no estaba bien y mis palabras no llegaron en el momento preciso ni ayudaron a sanarlo. Pero entonces no fueron mis palabras, fue tu corazón. Mis palabras se escaparon, sólo se escaparon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario